BLOG-AVA » Sin clasificar http://ava.anamib.com Ayuda Virtual de ANAMIB Fri, 09 Jan 2015 12:17:02 +0000 es-ES hourly 1 http://wordpress.org/?v=4.1 Conjugación del mobbing http://ava.anamib.com/899/ http://ava.anamib.com/899/#comments Mon, 21 Jan 2013 15:31:13 +0000 http://ava.anamib.com/?p=899  

 


Yo sufro
Tú acosas
Él calla
Nosotros soportamos
Vosotros aprovecháis
Ellos niegan
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La matanza de los inocentes http://ava.anamib.com/la-matanza-de-los-inocentes/ http://ava.anamib.com/la-matanza-de-los-inocentes/#comments Sat, 29 Dec 2012 11:06:05 +0000 http://ava.anamib.com/?p=891

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Como protegerse del jefe tóxico http://ava.anamib.com/como-protegerse-del-jefe-toxico/ http://ava.anamib.com/como-protegerse-del-jefe-toxico/#comments Mon, 09 Apr 2012 18:36:31 +0000 http://ava.anamib.com/?p=820

Luis de Rivera

(Jose Luis Vicente Gonzalez de Rivera y Revuelta),

Catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica

luisderivera@gmail.com

 

 

 

Como los alacranes, los jefes tóxicos sólo se desarrollan si están en el entorno apropiado. Una organización sana se ocupa por si misma de eliminar a tiempo trepas desaprensivos y mediocres inoperantes activos, de tal manera que nunca llegan a alcanzar posiciones relevantes desde las que puedan hacer daño. Por lo tanto, si te encuentras sufriendo alguna modalidad de acoso en el trabajo, lo más probable es que tu empresa no tenga ningún interés por promocionar la excelencia y que en ella sean más importantes el poder, la conformidad y el control que la satisfacción, la autonomía y la productividad.

De todas formas, y por si acaso hay suerte, puedes empezar tanteando de manera discreta al Departamento de Personal – Recursos Humanos o al Comité de Empresa para saber si tienen alguna política para atender a las quejas de los empleados o si hay alguna persona o sección que se ocupe de la mejora continuada de las condiciones de trabajo. En caso negativo – o si después de recurrir a ellos tu situación parece empeorar – puedes asumir, con bastantes probabilidades de acertar, que estás en serio peligro. Cualquier cosa que hagas, por muy lógica, razonable o normal que te parezca, empeorará las cosas y será tenida en tu contra.

Tu única salvación es aplicar mi procedimiento en siete pasos, que deben ser dados de manera sucesiva, repitiendo la secuencia tantas veces como sea necesario hasta que te sientas feliz y realizado en tu trabajo. Una vez que has dado un paso, el siguiente viene de forma natural. Al revés, si un paso no te sale bien, es que hay que volver al anterior.  Empecemos.

Paso 1. Tomar posesión, de tu vida en general y de la situación de acoso en concreto. Nadie va a hacer nada para salvarte, o sea que es mejor que asumas la responsabilidad de tu existencia. No te alteres, ya se que te están haciendo la vida imposible y que los que están mal y tienen que cambiar son ellos. Pero tu vida es tuya y el que responde de como te la montas eres tú. Es importante darse cuenta de que no es lo mismo ser responsable que ser culpable. Tu jefe y los que le sostienen tiene la culpa de lo que te ocurre, pero tú tienes la responsabilidad de salir con bien de todo ello. Esperar ayuda de los acosadores es el primer gran error de un acosado. Suplicar, exigir, amenazar o lo que sea a otros para que dejen de maltratarte sólo empeora las cosas.

Paso 2. Mantener la calma. Si encima de todo lo que estás sufriendo aceptas que estás solo en ello, lo más probable es que sientas una gran angustia. Está bien, eso es normal. Ahora tienes que mantener la calma, lo cual es totalmente imposible si no sabes cómo. Necesitas un método. Afortunadamente hay varias técnicas, de las cuales la psicoterapia autógena es la que ofrece mejores y más rápidos resultados. No se trata simplemente de aguantarse y hacer como que no pasa nada, sino de activar y entrenar los circuitos mentales que generan calma, única manera de contrarrestar el estrés que produce el acoso.

Paso 3. Minimizar el daño. Cuando uno se deja llevar de la pena, el estrés y la rabia, la vida se complica y los disgustos se multiplican. Si has aprendido a mantener la calma, te darás cuenta de hay en tu vida mucho sufrimiento innecesario. Por ejemplo, todo el que te produces a ti mismo quejándote y rumiando agravios. Para el auto-estrés y la manía de buscar culpables. Cierto que estás sufriendo un daño. Por eso has aprendido la técnica para mantener la calma, y tienes que practicarla con frecuencia para poder soportarlo sin demasiado sufrimiento. Pero no te hagas más daño, no te enfades con tu pareja, no te pelees con los amigos, no te pases la noche despierto maquinando venganzas. Si tienes que sufrir, que sea lo mínimo. Y no bebas ni te drogues.

 Paso 4. Entender la situación. Esto es lo que intentabas hacer al principio de todo, pero ahora te darás cuenta de que sólo es posible después de haber dado los pasos anteriores. Hay dinámicas ocultas, fuerzas e intereses que antes se te escapaban y que ahora puedes ir viendo más claro. Los acosadores siempre son envidiosos, controladores y mediocres. Puede que lo que tú crees que es una virtud o un mérito tuyo, a ellos les moleste. Quizá tu sana autonomía de criterio está entorpeciendo sus oscuras maniobras. Puede que estés atrapado en una tenaza, “emparedado” entre un subalterno que quiere quitarte de encima y un jefe tontaina que se está dejando seducir y manipular. Si según vas comprendiendo las cosas te vienen ataques de furia, vuelve inmediatamente al paso 2.

 Paso 5. Decidir la condición. ¿A donde quieres llegar? ¿Cómo quieres que sean para ti las cosas? ¿Que esperas de tu trabajo?. Una condición es lo que tiene que ocurrir para que otra cosa ocurra. Una vez que sabes lo que quieres, decide lo que tienes que hacer para llegar allí. Sitúate en el organigrama, construye en tu mente un plan, decide un destino. ¿Que es lo que quieres, el mal de tu acosador o el bien tuyo?. Decidir ser victima impotente o demonio vengativo lleva a sitios que no te van a gustar nada.

Paso 6. Ser proactivo, no reactivo. Reaccionar es la respuesta lógica y natural ante lo que nos está pasando. Es fácil, todos los animales lo hacen. Proaccionar es una acción deliberada y consciente cuyo objetivo es ser la causa de determinado acontecimiento o reacción. Cuando insulto a un cliente que me ofende estoy reaccionando. Cuando le escucho atentamente y le digo que buscaré la manera de ayudarle, estoy proaccionando. Parece forzado, pero, con un poco de práctica, se convierte en algo natural. Está claro que es imposible proaccionar si no se dominan bien los pasos anteriores.

 Paso 7. Ser agente creativo de cambio social. Esta es una de las transformaciones más sorprendentes y maravillosas que tienen lugar en las personas que aplican mis siete pasos. No sólo sobrevivirás a tu situación de acoso y encontrarás la forma de que echen al tóxico de tu jefe, sino que descubrirás en ti un creciente interés por el desarrollo y la felicidad de los demás. Desearás compartir tu paz y tu éxito y, sobre todo, atenuar, contrarrestar y eliminar la polución psíquica de los entornos en los que te mueves. Buena suerte.

Luis de Rivera es autor de “El Maltrato Psicológico” y “Crisis Emocionales”, ambos en Espasa, y “Síndromes de Estrés”, en Sintesis.

Publicado en EL PAIS 12 de Enero 2008

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El hormiguero http://ava.anamib.com/el-hormiguero/ http://ava.anamib.com/el-hormiguero/#comments Sun, 21 Aug 2011 09:16:23 +0000 http://ava.anamib.com/?p=691

 

Luego de haber soportado diferentes instancias de acoso a los cuales acompañó distintos sumarios e investigaciones administrativas, fui erradicado de mi lugar de trabajo y trasladado a un nuevo destino.

Pese a que la investigación administrativa había determinado que era el único funcionario al que  no correspondía  sanción, se hacía ver todo el acoso, como un conflicto entre mi persona y las autoridades responsables del mismo.

De la misma forma que para mi se ordenaba –por razones de mejor servicio-el traslado, también consideraba la misma situación para la otra parte a las cuales le cabía, por cierto sanciones disciplinarias.

Nada de esto se cumplió y por el contrario el único trasladado fui yo, a lo que siguió la quita de las sanciones a los responsables, en lo que fue una clara demostración de abuso de poder

Una vez dispuesto mi traslado, comencé a viajar a mi nuevo destino, un establecimiento rural distante a más de cien kilómetros de Maldonado, lugar donde resido.

Sin tener idea de donde quedaba ese sitió,ni que me esperaba, tomé el ómnibus y me dirigí allí, en una mezcla ambigua de depresión y expectativa, simplemente por el hecho de que volvía a trabajar.

Luego de caminar muchos kilómetros llegué al sitio, un viejo establecimiento ruinoso a donde se dedicaban a la cría de ganado.

Allí me esperaba un señor que caminaba dificultosamente con una muleta, lo que siguió después fue mostrarme el lugar donde yo debía de permanecer, una especie de galpón abandonado, con piso de tierra y acopio de insumos de campo.

En ese lugar oscuro, tapeado con chapas debía quedarme, según sus órdenes. Atravesando el techado había palos y cuerdas destinadas a las tareas propias del lugar.

Por un momento pasó por  mi cabeza la idea de terminar mis días allí, no se que fue lo que me hizo cambiar de parecer, talvez el simple hecho de no pensar tanto mi y si pensar en las personas que me quieren.

En definitiva, pude salvar ese momento y me negué a permanecer en ese lugar, por lo tanto en los meses que siguió yo pasé a estar a la intemperie, con frió o calor, hasta que una Inspección General de Trabajo y Seguridad Social, intimó al Consejo de Educación a sacarme de ese lugar.

Cada vez que emprendía el viaje hacia ese destino tenía que levantarme de madrugada próximo a las cuatro de la mañana para luego arribar  a eso de las siete de la mañana.

Durante ese tiempo incierto, cada vez que subía al ómnibus y me ubicaba en el asiento comenzaba la depresión, que se disipaba en ocasiones, cada vez que la realidad se apoderaba de mis actos.

Una vez que llegaba a la ruta, yo debía de caminar varios kilómetros  hasta ese lugar, en el cual, no me esperaba nada, nada más que la soledad y el asilamiento

En ese trayecto, como señal de reacción, siempre pateaba un hormiguero, que se encontraba a la orilla del camino.

Era un acto reflejo inconciente, que hacia cada vez que llegaba allí, un acto desesperado de angustia y dolor, por cierto inentendible para aquellas hormigas que de tanto en tanto veían caer su esfuerzo.

Fue un día, aquel que casi por arte de  magia se agudizó mis sentidos y comencé a contemplar el hermoso paisaje que me rodeaba, el sonido del viento y el silencio del monte.

Desde ese momento cambiaron muchas cosas en mi vida, una de ellas fue mi actitud ante la vida y las circunstancias allí presente.

Ahora cada vez que llegaba trataba de comprender que la vida no podía ser todo lo malo que me sucedía, que debía de haber otras cosas, que planteada así, la vida, era un sin sentido.

En ese lugar descubrí que podía escribir, que podía transformar el dolor en prosas, la desesperación en poemas, la esperanza en relatos.

Una vez que dejé en paz a las hormigas, pude observar que su hormiguero era siempre el mismo, la misma forma y el mismo tamaño, las hormigas contruian hasta donde sabían, hasta donde su inteligencia les permitía llegar.

Por un momento comprendí, cuantas cosas en nuestras vidas hacíamos como ellas, desde entonces trato de no parecérmeles.

 

José Maria Cano

 

Maldonado, 20 de agosto de 2011.

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Cartas en la noche http://ava.anamib.com/cartas-en-la-noche-2/ http://ava.anamib.com/cartas-en-la-noche-2/#comments Fri, 22 Jul 2011 23:45:43 +0000 http://ava.anamib.com/?p=682

Hola Juan,

Me encanta que seas sincero, que incluso cuando te ves “tocado”, que no “hundido”, ¿eh? Eso nunca, sigas contándome tus cosas tal cual son. Hace tiempo que descubrí que es lo único que funciona frente a la realidad, ser sincero con uno mismo, darse cuenta de lo que nos ocurre, aunque nos parezca feo. Y lo mismo es así con los demás, a veces creemos que están lejos o que lo parecen, pero si sacamos la sinceridad como único idioma, si nos atrevemos a contar, incluso, las cosas se vuelven más claras a nuestro alrededor. ¿Y sabes por qué? Pues porque ahora todos estamos hablando de lo mismo, con nosotros mismos y con los demás. Si no hablamos, si no sabemos, si no contamos lo que realmente nos enturbia o protagoniza nuestra vida, para bien o para mal, vivimos ocultos y todo, todos se van alejando cada vez más a los ojos de nuestro corazón, porque ese corazón oculta la verdad.

Bueno, corazón…vaya rollo que te he echado. Ya sabes, yo tan filosófica como siempre. Gracias por contármelo, en resumen. Me alegra mucho saber de ti a mí también.

Mira, esa historia de la tristeza y del trabajo, no me han gustado mucho. Igual te está pasando algo feo y más importante de lo que crees. Por qué no me cuentas un poco más. La tristeza en sí no me preocupa tanto, porque hay rachas en la vida y es una emoción más, muy respetable, aunque mal vista hoy en día, es cierto. Pero eso es un error. La tristeza, como todas las emociones, nos informa de que algo pasa en nosotros. Es una señal, una advertencia y también algo a lo que tenemos derecho.

Pero lo del trabajo huele raro…, qué te pasa allí. ¿Qué es eso que te pasa? A nadie le encanta trabajar ¿pero que te parezca que estás haciendo algo mal?

Venga, cuenta que aquí me tienes, como siempre.

Un besote grande,

María.

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Cartas en la noche http://ava.anamib.com/cartas-en-la-noche/ http://ava.anamib.com/cartas-en-la-noche/#comments Fri, 22 Jul 2011 23:32:18 +0000 http://ava.anamib.com/?p=671

Querida María:

No sabes la ilusión que me ha dado contactar contigo… hace tanto tiempo. Pero no, no sólo es tiempo lo que ha pasado, al fin y al cabo veintidós años sólo son eso, años. Pero la sensación que tengo es que más que años, han pasado vidas, vidas enteras. Anoche, eran ya las tres de la madrugada ¿Recuerdas?, como otros días entré en el Chat sin saber en realidad porqué, buscando encontrar algo, algo que me despierte de la mala noche en que se ha convertido mi vida en los últimos tiempos, y fue allí donde te recuperé, donde sin pretenderlo te encontré de nuevo, donde me volvieron las sensaciones que creía ya olvidadas vividas juntos hace mucho. Gracias por haber producido este milagro estando todavía en mis recuerdos, en mis vivencias, por recordarme que los buenos ratos no fueron una ilusión, sino que existieron y fueron reales, y que aunque esta noche abandone este mundo que se me hace cada día más extraño, aquello tuyo y mío existió, y que la posibilidad de disfrutar de la vida y de la buena gente, aunque para mi hoy sea un privilegio perdido, existió, ahora sé que ese recuerdo podrá venir conmigo a cualquier lugar donde la vida o la muerte me lleve.

Después de tanto tiempo me gustaría poder decirte que me encuentras un poco más viejo pero el mismo, pero no. Soy inmensamente más viejo, no tengo apenas fuerzas para seguir. Dicen que tengo una depresión, esa palabra siempre oída y nunca comprendida, no sé si es eso lo que tengo, pero desde hace un tiempo ya largo una negrura por mi desconocida reina en mi interior. Todo se me ha vuelto del revés, aquellos principios e ilusiones por las que siempre luché hoy se han convertidos en inalcanzables, soy una constante frustración.

Todo empezó en mi trabajo, o con ocasión de él, no se muy bien… lo cierto es que sin ser consciente de haber hecho algo mal, todo lo que me rodea es negativo, injusto, todo es traición y sinsentido; algo he debido de hacer, pero sigo sin saber el qué, para que esto se este produciendo.

Gracias por darme la oportunidad de poder escribirte y sacar, apenas unos centímetros fuera mí, hasta el teclado de mi ordenador, toda esta amargura que me pesa.

Me hubiera gustado poder darte algo más positivo en la distancia, y ya ves, lo que me sale es esto. Me sale lo que hay en mí. Perdona, nunca te engañé y ahora no lo voy a hacer tampoco, como siempre te transmito lo que hay en mí.

En esta carta en la noche te mando un beso cargado de añoranza.

Juan.

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Y tú, ¿quién eres? http://ava.anamib.com/y-tu-quien-eres/ http://ava.anamib.com/y-tu-quien-eres/#comments Wed, 07 Apr 2010 17:37:35 +0000 http://ava.anamib.com.es/?p=444 ¿Has llegado ya a esta pregunta?

Pues deberías, porque como todas las preguntas lleva ya en sí la mayor parte de la información de su respuesta.

¿Quién eres tú en realidad?

Antes, cuando todavía te identificabas con tu mundo laboral y tenías una imagen de ti mismo tan positiva, tan gratificante, cuando todo lo que le dabas a tu trabajo, todos tus esfuerzos, se veían recompensados con la gratificación de lo bien hecho, ¿eras tú? Esa persona activa, buen profesional, reconocida, segura de sí misma, convencida de estar en el lugar adecuado, ¿eras realmente tú?

O no era más que un personaje, un ropaje que llevabas cosido a tu verdadera persona. Porque, en realidad si lo piensas, aquella persona ahora lejana, no era más que la imagen que los demás te daban de ti mismo. Piénsalo. Todo a tu alrededor te devolvía una imagen buena, segura, adecuada. ¿No era un poco ese reconocimiento que veías en los demás por tu persona, el concepto que de ti mismo tenías?

Puede que contestes a esa pregunta diciendo: Sí, esa persona era la que yo era. Me sobraba la energía y tenía mucha capacidad porque hacía las cosas bien, estaba contento conmigo mismo y los demás reconocían mi coherencia, mi fuerza, mi integridad.

Fíjate bien: “tú te veías como esa persona”, pero verse “como esa persona” no significa exactamente ser esa persona.

Ahora, sin embargo, te ves de otra forma. Te ves vencido, sin recursos, abandonado, solo.

¿No será pues que en realidad eres esta otra persona, el fracasado, el incomprendido el necesitado? Ahora te ves así, ¿no es cierto?

Y sin embargo, piénsalo, en realidad ocurre lo mismo que ya ocurrió, que te ves con la imagen que de ti te transmiten los otros, sigues viendo una imagen, otra diferente, pero otra imagen de ti mismo. La diferencia es clara, esta ultima imagen de ti mismo no es agradable, no te gusta, no te refuerza; por eso dices “yo era el otro”, esto que veo ahora no soy yo.

Uno y otro, no son sino diferentes trajes, distintas vestiduras de ti. Por eso antes te veías de una manera y ahora te ves de otra. Pero fíjate, para verte, de una forma o de otra es necesario que alguien mire, y que alguien sea visto.  Hacen falta dos elementos, si tú eras en realidad en que te veías de aquella forma, y ahora eres el que te ves de otra distinta, ¿Quién es el que mira?

El que mira es el que realmente eres.

El ser que tiene la capacidad de observar, ese es el ser que eres en realidad. Estás confundiendo al observador con el observado, y el observado no es sino una imagen creada por tu entorno, por la información que de ti te proporcionan los demás. Pero tú eres mucho más. Tú ,eras tú ya antes de aquella lejana imagen tuya, y sigues siendo tú ahora, con una imagen tan diferente. Pero no eres ni aquella persona que entonces tanto te gratificaba ser, ni la otra que hoy te duele tanto contemplar. Tu verdadero ser, el que contempla una y otra, es quien eres en realidad.

Tu verdadero ser estuvo, está y estará siempre ahí, eres lo que eres, no lo que los demás te informen sobre ti. Lo que tú, que te observas, eres, no depende de ninguna imagen, tú ves, no eres visto, tú verdadera identidad no dependerá nunca de una imagen, de un reflejo.

Renuncia a toda imagen artificiosa de ti mismo. Por gratificante que sea la imagen que de ti te dan los demás no es más que eso, una reproducción, tan burda como la que te dan ahora, triste y dolida, tan diferente; y tan falsas las dos.

¡Pregúntatelo!

¿Quién eres en realidad?

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Bienvenida http://ava.anamib.com/bienvenida/ http://ava.anamib.com/bienvenida/#comments Tue, 19 Jan 2010 22:42:18 +0000 http://ava.anamib.com.es/?p=110

Fiel a su vocación de ayudar a quienes se encuentren soportando una situación de acoso moral, la asociación ANAMIB da inicio a este BLOG-AVA, a través del que se prestará apoyo desde este ámbito virtual.

En este Blog de Ayuda Virtual de Anamib, algunos autores irán aportando a través de sus escritos, su experiencia, su orientación y su consejo, una forma de ayuda más para quienes lo vayan siguiendo, y llevarán este tipo de aportación desde distintos ángulos y visiones, la social, la laboral, la terapéutica y otras que puedan ir surgiendo como útiles instrumentos para este proyecto.

Con la ambición de llevar lo más lejos posible esta otra forma de ayuda, estas aportaciones proceden de rincones separados del mundo, pues aún alejados físicamente, los autores, están sin embargo unidos por el interés común en este afán de colaborar con quienes lo necesiten.

Del mismo modo que la desgracia, el dolor y el abandono unen a las personas en lugares muy dispares, también es posible unirlas en la comprensión, en el trabajo, en la creación de un áea común de apoyo, en la ayuda mutua.

Esta es la línea definitoria de este apartado de la red donde se trabaja para paliar los efectos del hostigamiento laboral, del mobbing, del psicoterror. Su contenido se puede resumir en una única palabra: ayuda.

Ricardo Pérez-Accino

Presidente de ANAMIB

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