Un hombre que pasaba por delante de una tienda, vio que vendían allí dos loros, encerrados en la misma jaula. Uno era muy bonito y cantaba estupendamente, mientras que el otro estaba en un estado lastimoso y permanecía mudo. El primero valía cincuenta yens y el segundo tres mil.

El hombre, asombrado por la diferencia de precio, le dijo al comerciante:

.-Deme el  loro de cincuenta yens

.-Imposible, señor-respondió el vendedor. No puedo vender los pájaros por separado.

.-¿Pero… por qué?. ¿Cómo explica usted una semejante diferencia de precio?. Pues el más feo cuesta infinitamente más que el bonito y, además no canta. Eso es absurdo.

.-¡Ah, no se equivoque usted, señor!. El loro que encuentra usted feo es el compositor.

La sabiduría de los cuentos

Alejandro Jodorowsky

¡Cuidado con las apariencias!