He pensado últimamente que debiéramos estar más tiempo juntos, ya sea para estar bien o estar mal, pero juntos al fin, sabes, no quiero seguir viviendo así… No quiero seguir constantemente recordándote lo importante que eres para mí, eres parte de mi vida y tú lo sabes.
Ayer por ejemplo se te veía feliz, podías tocar el cielo con las manos, yo mismo te observé, eras otra persona, pero además te dijeron que hiciste un lindo trabajo y te sentías tan bien por ello, en cambio hoy, no te conozco, cambias de humor y cuesta hacerte ver, lo importante que tu vida es.
No voy a estar siempre presente para recordártelo, tú lo debes saber, ni otros lo harán por mí.
He oído por ahí algunos rumores que dicen que no sirves para nada, que nada te sale bien, que sientes que la vida no vale la pena vivir, pero tu no hagas caso de ello, escúchame a mi, tan solo recuérdame, en las horas más felices.
Vive cada día como si fuera único, recupera tu sensibilidad, empieza a descubrir nuevamente tu rostro, junta las manos y siente tus dedos como si te pertenecieran, vas a saber que se puede, que se puede vivir… únicamente.
De un momento a otro me pareció que estabas ahí, tratando de acordarte como eran esos tiempos en que te sentías bien, si al menos me tuvieras cada vez más presente, entenderías que somos el uno para el otro.
Solo que uno, tiene que ser mucho más.
Hola Jose María, afortunadamente y como bien dices, cuanto descubrimiento trae todo esto. Te mando un saludo desde Gran Canaria.
Gracias Raúl,muchas gracias.Cada año que pasa uno va madurando una conciencia intelectual,creo que en el fondo tratamos de comunicar aquello que resulta invisible para el resto de la gente.Muchas cosas salen del alma,en mi caso poder escribir es la forma de canalizar tanto sufrimiento.Se que no digo nada nuevo con esto,la diferencia es que para el acosado trancribir cada una de sus vivvencias es un proceso tremendamente doloroso,pero sabes una cosa,es necesario hacerlo.Desde aquí invito a todas las personas que se animen a esacribir como son sus dias, que tranformen ese dolor,sin que con ello uno tenga que claudicar.
Un abra Raúl ,desde Maldonado-Uruguay
José Maria Cano